Las flores preservadas son plantas naturales que han pasado por un proceso de conservación, por lo que no les hace falta agua, fertilizantes ni luz solar.

A continuación mostramos unas pautas breves para que puedas disfrutar de tus flores preservadas durante muchos meses o incluso años:

  1. No las metas en recipientes con agua.
  2. Deben mantenerse en lugares secos. Si vives en una región costera o muy húmeda, debes colocarlas en los espacios más alejados a zonas de corriente de aire o de mucha ventilación.
  3. No les puede dar el sol directamente durante un periodo de tiempo prolongado. Recuerda que no hacen la fotosíntesis y podrían secarse y/o decolorarse.
  4. Trátalas con delicadeza. No se deben presionar, doblar o aplastar los pétalos o tallos,
  5. Conserva tu ramo en un jarrón, o donde prefieras con la finalidad de que las flores no apoyen directamente sobre superficies rígidas.

Realmente este tipo de flor es muy agradecida de tratar, puesto que prácticamente, es de lógica su tratamiento, aún así si con esta información que aportamos te surgen más dudas sobre esto no dudes en contactar con nosotros.

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